¿Y tú? aceptas este papel toda feliz y te importa un bledo, ¡al fin y al cabo te encanta!
Si alguna vez se ha hecho esta pregunta: "¿soy el único al que mi perro le toma el pelo?
Comprueba ahora las muchas formas en que nuestros perros nos toman por tontos a diario:
1- Coges a tu perro para ponerlo en la cama, aunque sabes que es totalmente capaz de hacerlo por sí solo.
"¡Mamá, ayúdame, mira qué mono soy!"
2- Él se despereza y ocupa más espacio que tú en la cama. Y tú... como buena pringada, ¡aceptas! Claro...
3- Sí, come pienso, pero tiene que ser en tu mano, para que tenga un sabor especial.
"Ya sabes lo que pasa... la olla estropea el sabor de la comida".
4- Y cuando necesites dar esa regañina, sólo puedes tener un ataque de cutrez.
Porque esa carita es realmente irresistible, es golpe bajo:
¡Muy bien! Te perdono.
5- Cuando estás destrozando toda tu vida y sin embargo te parece tan bonito que hasta le haces una foto.
En realidad, ya ha incluido una zapatilla nueva en su presupuesto mensual.
6- Tu perro sabe exactamente la cara que tiene que poner para que compartas su comida.
"Está bien, sólo un pedacito y es suficiente, ¿de acuerdo?"
7- ¿Trabajar? No cuando quiere tu atención.
"Maaas es que le gustan mucho los mimos".
8- Su lugar preferido para dormir es encima de ti... ¡Trofeo de mamón! Y más si apenas respiras para no moverte y despertar al animal.
"Pobrecito... Tiene muchas facturas que pagar"
9- Hacer una caricia básica y parar... ¡ni hablar! Te mira así para que continúes y seas prácticamente esclavo de la caricia.
"¡¡¡Quiero más, vamos, mira qué mona soy!!!"
Ver también: Pienso estándar, premium y super premium10- Por no hablar de la tendinitis que casi te puede dar lanzar el balón miles y miles de veces.
"¡Vamos! ¡Lanza la pelota, lanza la pelota! ¡Vamos! ¡Vamos!"
11- A veces incluso cree que es un ser humano. Pero ahora, ¿de quién es la culpa?
"Así es, come con nosotros como si fuera de la familia, ¿le molesta?".
12- ¡Y sigue haciendo cosas que ni tú ni nadie de tu familia humana podría hacer!
"¡Qué demonios! ¡Sobre la mesa Lulu! ¡Qué sinvergüenza... ¡SAL AHORA! ¡Aaaah, qué mono! Quédate ahí y le hago una foto al bebé. JORGEEE, DAME MI TELÉFONO CELULAR AQUÍ!!!!"
Y ni por un segundo te cuestionas si se merece todos estos privilegios.